Entrevista a Ainoa, voluntaria del Esplai Ilelà

Hoy te presentamos la voz de aquellas personas que, con su dedicación, hacen posible la misión de la Fundació La Vinya. En esta ocasión, conversamos con Ainoa, una de nuestras voluntarias del Esplai Ilelà. Ella encarna perfectamente el valor del acompañamiento y nos compartirá su experiencia, qué la motivó a dedicar su tiempo a los niños, niñas y jóvenes de los barrios de Bellvitge y Gornal, y cuál es su visión del futuro que construimos juntas. Su historia es un testimonio de la transformación que el voluntariado genera, tanto en quien lo recibe como en quien lo da.

¿Qué te motivó a hacerte voluntaria?

La motivación principal para ser voluntaria en la Fundació La Vinya ha sido formar parte de uno de sus proyectos. Desde bien pequeña he formado parte del Esplai Ilelà, en el barrio del Gornal. Crecer rodeada de unos valores, de una familia y de unas costumbres, me hizo pensar que cuando llegara el momento, yo también querría enseñar esto a los futuros niños, niñas y jóvenes del barrio.

En Ilelà he aprendido muchísimas cosas: buena música, cómo crear buenas amistades, cómo divertirse con juegos, excursiones por la ciudad o los alrededores, cómo crecer respetándose a una misma y a los demás, y muchas cosas más. Por lo tanto, quiero compartir todo lo que las monitoras y los monitores me transmitieron cuando yo era pequeña.

¿Puedes compartir alguna experiencia significativa durante este tiempo?

Una de las cosas que más me gusta de ser voluntaria es conocer niños, niñas y jóvenes del barrio. Durante el esplai o el casal de verano, compartimos mucho tiempo con estos niños y niñas, disfrutando a través de juegos, de bailes, de dinámicas, y eso los niños lo agradecen.

Por eso, cuando me encuentro a un niño o joven un día que no tengo esplai y me saludan o se paran a hablar conmigo, me hace mucha ilusión. Agradezco también que los padres o madres tengan un ratito para saludar y preguntar cómo va todo.

¿Qué te ha aportado personalmente serlo?

Ser voluntaria en el esplai me ha aportado muchísimo a nivel personal. Considero que con las monitoras del esplai he conseguido crear unos vínculos fuertes que me están aportando mucho crecimiento personal y emocional. El esplai es un punto de encuentro de monitoras que tenemos mucho entusiasmo por trabajar y acompañar a los niños, niñas y jóvenes, y compartir esta ilusión me hace muy feliz. Debido a ello, he encontrado un lugar seguro donde crecer y me ha ayudado también a saber cómo quiero enfocar mi futuro.

Comparte con nosotras un deseo para La Vinya y su misión.

Mi deseo principal es que La Vinya pueda continuar acompañando a tantas personas de los barrios de Bellvitge y Gornal. Quiero que llegue a más gente, y que esto haga que gente joven quiera ser voluntaria en cualquiera de los proyectos. De esta manera podrán enriquecerse de una fundación muy familiar, y las voluntarias de unos valores muy firmes.

Gracias, Ainoa, por compartir tu motivación, por tu conexión genuina con niños, niñas y familias, y por construir vínculos tan fuertes que transforman vidas. Tu ilusión y tu compromiso son contagiosos y nos inspiran a seguir trabajando con la misma fuerza.