L'Ofrena a la Mare de Déu de Bellvitge

    El domingo 8 de septiembre, Bellvitge se vistió de fiesta, pero también de emoción. El Parque de Bellvitge acogió la ofrenda anual de las entidades a la Virgen de Bellvitge, y es que este año había una carga sentimental muy palpable: tocaba despedir y dar las gracias a la Comunidad Jesuita, que realmente ha dejado una huella profunda e imborrable en nuestro día a día.

    La verdad es que la afluencia de gente superó todas nuestras expectativas, y eso nos llenó el corazón de una alegría inmensa. De hecho, fuimos muchas las personas que, con su presencia, reforzamos el sentido más genuino de ser comunidad. La ceremonia se celebró al aire libre, justo al lado de la Ermita, en un ambiente realmente cálido de hermandad, de sentirse acogido y, sobre todo, de la dulce satisfacción de reencontrarnos con tantas personas a las que queremos de verdad.

    El acto fue el espejo de la vitalidad que tenemos en nuestro tejido asociativo. También tuvimos el placer de contar con voces referentes del barrio que compartieron oraciones, como Pepa Izquierdo de Bellvitge 20230, Núria Gonzalo de Jesuïtes Bellvitge y Sílvia Cordomí en representación del Hospital de Bellvitge. Cada una aportó una perspectiva diferente, pero con un hilo común: el amor por nuestro espacio. 

    Además, tuvimos un momento muy especial para la memoria. Dedicamos un recuerdo que tocaba el alma a dos grandes de la historia del barrio: Natxo Velasco, que nos ha dejado hace poco, y Josep Ituarte (en 1986). Ambos fueron figuras clave y fundadores de la Escola Joan XXIII. Su legado, su manera de entender la educación y la comunidad, continúa vivo en el espíritu que nos mueve. ¡Gracias!

    Aquí os dejamos un vídeo con los momentos más emotivos de esta tarde inolvidable.